Me
encanta el Old School. Me recuerda a las primeras partidas que jugué a este
juego allá por 1993 - 1994 (la verdad, no lo recuerdo muy bien).
Eran
épocas donde no había internet (bueno, si lo había, pero no estaba ni mucho
menos tan extendido como lo está ahora), y en las ciudades pequeñas como de la
que vengo, tan solo había 1 o 2 tiendas donde nos reuníamos los chavales (había
poca gente de mediana edad) a jugar con las cartas que conseguíamos a través de
sobres, compras en la propia tienda e intercambio con el resto de
"parroquianos".
Siempre
recordaré, con cariño, frases como "¿quién tiene tutores azules?"
(Esto es de la época de mirage, algo más actual...) a voz en grito en la puerta
de la tienda, o aquellas barajas monoazules que te ganaban con un feldon's
cane, los demonic tutor, etc.
También
recordaré siempre cuando a Magic se jugaba de otra forma, más sencilla, más
romántica.
Al
fin y al cabo, son recuerdos peregrinos y algo borrosos, de cuando éramos niños
(y no tan niños), en los inicios del juego.
Por
todo ello, desde que conocí esta iniciativa, me encantó la idea. Sin embargo, a
medida que leía más y más acerca de la misma, empecé a ver cosas que no me
gustaban, y que iban en contra del significado que tenía para nosotros el juego
en aquella época, la misma de la que son las cartas con las que jugábamos.
Te
das cuenta de que tiene un componente pimp, elitista, endogámico y fuera del
contexto del que hablo, que hace inaccesible el formato a la gran mayoría.
Ha
habido modificaciones del formato para paliar esto: A las expansiones
originales (Alpha, Beta, Unlimited, Arabian Nights, Antiquities, Legends, The
Dark) se les ha añadido otras que tendrían que haber tenido cabida desde el
principio (Revised y Fallen Empires, ya que son de aquellos años). Esto ha
permitido abaratar sensiblemente el formato (sobre todo por Revised).
Ha
habido más revisiones, pero ninguna me ha satisfecho del todo, con respecto a
lo que estoy comentando: Poder volver a ver el juego como en la época en la que
empezamos. En aquella época, los recursos eran limitados y no conocíamos
conceptos como el citado pimp. No era un juego con el alcance actual, ni las
cartas tenían el valor que tienen ahora. Era algo más puro, era tan solo un
juego.
Sin
embargo, a su vez se debe seguir manteniendo el espíritu del formato, ya que si
no perdería su sentido. Es un formato en el que tan solo deben jugarse cartas
de las citadas expansiones, cartas con reglas hechas en ese contexto histórico
de Magic.
Por
ello, propongo un manifiesto para Old School, en el que intentaremos definir un
formato más justo para todos, pero sin perder el espíritu original. El
objetivo, es evitar todos los aspectos subjetivos de esta filosofía Old School,
y tratar de quedarnos con el metajuego que se tenía entonces.
Por
supuesto, ese toque añejo que dan las restricciones comentadas, no debería ser
ignorado. Tan solo jugar con las expansiones originales del formato le da un
toque especial al mismo.
Por
ello, desde aquí también abogamos por incentivar este tipo de esfuerzos que
realizan los jugadores para jugar barajas con cartas de más de 20 años de
antigüedad.
Sin
embargo, entendemos que no debería ser una restricción obligatoria, sino un
incentivo adicional al propio formato.
Para
ello, en los distintos eventos, torneos o partidas con premios en juego, se
debería reservar reconocimiento (en forma de premios o de otra forma) a las
barajas "oldie" que respeten el espíritu original del Old School.
Así, por ejemplo, se podrían dar premios para el top del torneo y premios para
las barajas "oldie".
Con
todo lo expuesto anteriormente, habrá gente que esté completamente de acuerdo,
gente a la que esto le parezca una aberración, e infinidad de opiniones
intermedias. Lo que aquí se intenta es simplemente recuperar el juego que se
tenía en aquella época, pero contextualizado en la época en la que vivimos.
No
olvidemos que han pasado muchas cosas desde entonces, muchas ediciones nuevas,
el impacto social y económico actual del juego no puede ser ignorado (ya que
hace inalcanzable para muchos acceder a esas cartas) y que excluir a la gente
por el mero hecho de no poseer una edición concreta de las cartas no le hace
ningún favor al formato, y lo condenará a la más absoluta marginalidad.
Nada
más. Podéis dejar vuestras opiniones, en los comentarios.
Gracias.
Un
saludo.